Igual que usted, yo también tengo una empresa. Igualmente, un día tuve una idea emprendedora y fundé una marca con unos productos que tienen que llegar a su público y venderse bien. Se trata, igual que usted con el suyo, de ganar dinero con nuestro trabajo ¿Cómo no voy a entender lo que necesita?
Permítame un poco de autocrítica si le digo que en ocasiones los publicistas hemos cometido un error de bulto: hemos llegado a pensar que éramos fabricantes de sueños. O diseñadores de cosas simplemente bellas o llamativas. Si es así, nos estamos olvidando de lo más importante: las agencias de publicidad debemos ser empresas que, por encima de todo, tienen que hacer que sus clientes ganen más dinero.
Nosotros lo tenemos claro. Un día comprendimos que la empresa de nuestros clientes es nuestra propia empresa, nuestro propio negocio. Desde ese día -el día en que dejamos de vernos como un proveedor suyo y nos sentimos como parte comprometida y confidente de su departamento de Marketing- somos más eficaces con nuestras ideas.


